Una final a
doble partido es algo que le quita toda la emoción a los partidos en sí, por lo
que espero que no vuelva a ser utilizada. Pero ahora mismo lo que hace a los seguidores
de fútbol dominicano se mantengan en vilo con esta final, es lo inédito de este
choque y la realidad de que habrá un nuevo campeón. Dos conjuntos, uno del cual nadie esperaba nada, y otro el
cual al fin cumplió. Dos entrenadores dominicanos jóvenes, un triunfador de la
etapa amateur, y otro con éxitos en la era profesional. Dos plantillas, una
llena de juventud y ambición, la otra repleta de veteranía y experiencia. Dos
estilos de juego, la recia defensa en bloque, contra la armoniosa ofensiva sincronizada.
Dos equipos van por su primera estrella, pero solo uno podrá bordarla en su
uniforme.
Delfines
del Este
Que los Delfines
del Este vayan a disputar la final de un torneo entra en la categoría de las
cosas inesperadas que nos ha traído el 2020. Siempre considerado un equipo
cenicienta de la liga, desde la temporada pasada los nuevos dueños han hechos
cambios importantes que los han llevado paso a paso a mejorar. En esta
temporada recortada el entrenador Edward Acevedo ha llegado de forma
sorpresiva a una final basándose en un buen juego, conformando un plantel que
combina muy bien experiencia extranjera con talento joven local.
El equipo
cetáceo tiene el mejor ataque del torneo, y han anotado en todos los 9 partidos
que ha disputado en este torneo. Este parece ser un sello de Acevedo,
cuyos equipos dirigidos históricamente solamente han sido mantenidos en cero en
4 de sus 52 juegos. La ofensiva de este equipo tiene mucha juventud y velocidad
con Diefri Mensu (1 gol + 4 asistencias), Josué Báez (3 goles + 1
asistencia), y Dairon Mesa (2 goles). Pero el verdadero motor es el
veterano colombiano Juan Vélez, quién está directamente ligado a 9 de
los 13 goles del equipo (4 goles + 5 asistencias). Sin embargo, el equipo se
vio un poco flojo contra Cibao en la finalización de jugadas durante las
semifinales, y en verdad debió ganar ambos partidos por un margen mayor. No se
pueden dar el lujo de perdonar a los omeyanos de esa forma si quieren el título,
en esta fase es todo o nada.
La defensa de Delfines
ha sido buena y la mitad de sus goles recibidos esta temporada fueron en
aquella hecatombe en San Cristóbal 1-5. Pero después de ahí la línea
defensiva comandada por Centeno y Umaña se ha mantenido firme
permitiendo apenas 4 goles en los siguientes 7 partidos. El papel de sus
mediocampistas defensivos, Juan Díaz y Gustavo Zapata ha sido
loable, pero han sufrido muchas amonestaciones e inclusive si alguno de ellos
dos recibe una tarjeta amarilla en el primer partido de la final, se podrían
perder el segundo por acumulación. Este es el equipo con más tarjetas en el
campeonato, e inclusive se vieron involucrados en una trifulca postpartido en
la vuelta de las semifinales cuyas sanciones aún son desconocidas. La defensa
de Delfines tendrá una dura tarea frente al experimentado ataque de su
rival en esta final, y por ese frente es que se juegan sus posibilidades del
título.
O&M FC
Por fin, luego
de tantos años turbulentos, fichajes fallidos y varios técnicos, los
universitarios lograron por fin meterse en la fase final del torneo. O&M
FC pudo romper el maleficio que le presentaba siempre como un gran equipo
que terminaba con los mismos resultados mediocres de siempre. Al parecer el
entrenador mocano Ronald Batista logró ajustar la maquinaria dorada, y
en su segundo año los puso a toda marcha colocándolos como el mejor equipo de
torneo. En este cruce final salen como ligeros favoritos, debido a la
experiencia de sus jugadores su buena defensa, y una ofensiva muy
versátil.
Los universitarios
tienen la defensa más sólida del torneo, recibiendo apenas tres goles (Delfines
le hicieron 2 de esos) en ocho partidos, y logrando mantener su valla
invicta en 5 ocasiones. En verdad un muro infranqueable es el que forman en el
fondo Kevin Duran, Yossimar Mojica, Harold Sanón, y Chedelin
Francoeur, y si a esto sumamos un Wilmota que es un “perro de caza”
que no deja de hostigar a los mediocampistas contrarios para que no puedan
generar juego, tenemos uno de los mejores desempeños defensivos de la historia
de la LDF ante nuestros ojos. Esta será la principal arma de Ronald
Batista, que es un entrenador cuyos equipos son muy buenos defendiendo,
para frenar el vértigo de los Delfines que tantas ocasiones generó
contra Cibao FC en las semifinales, y que el también sufrió en carne
propia en la serie regular. Se espera que Modesta haga un marcaje muy
férreo a Vélez, o que inclusive no se sorprendan si Sanón sea
desplegado en mediocampo para hacer ese trabajo, dejando a Moquete en el
lateral derecho.
La ofensiva
dorada es buena, y frente a San Cristóbal demostró que sabe aprovechar
muy bien los descuidos de sus rivales. Tienen entre sus filas a dos de los
mejores delanteros de la historia de la liga como lo son Daniel Jamesley
y Domingo Peralta. Este último tiene el sello de ofensiva instantánea,
pues sabe cómo ser revulsivo y crear sus propias oportunidades solo con tocar
el balón. Los disparos de larga distancia también son un recurso que han sabido
aprovechar en el torneo, y no dudo que intenten en más de una ocasión probar al
portero Edwin Mosquera. Pero los omeyanos son bien polifacéticos al
ataque, y hay que resaltar los arranques de Modesta, y las diagonales de
Davis y Mena como herramientas adicionales al arsenal
universitario.
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