Estamos a las
puertas del 5to ciclo de competencias de la selección masculina mayor de fútbol
en los últimos 6 años, cada uno de los cuales ha sido dirigido por un
entrenador diferente. Lo que para algunos podría parecer la evolución normal de
una selección, para otros no es más que un borrón y cuentas nueva progresivo que
ha ido empeorando las cosas. Analizamos al detalle los últimos tres ciclos con
sus respectivos entrenadores con minutos, y titularidades, los que fueron y vinieron,
los que se no marcharon, y los que nunca jamás volvieron, para poder entender
que tantos cambios hubo, y sus efectos.

Roberto
Díaz


Cuando Roberto
Díaz
tomó las riendas de la selección mayor masculina la misma venía de un
2015 caótico donde sumó tres derrotas, tuvo una esperpéntica eliminatoria
contra
Belice, y un abortado intento de cambio de entrenador. Al tomar
las riendas en 2016 empezó a rearmar la selección enfocándose mucho en
jugadores que estaban en la
LDF. Una de sus decisiones más recordadas
fue la entrega de la portería a
Miguel Lloyd dejando atrás el debate
entre él,
Báez y Agramonte. Repescó a Edipo Rodríguez y lo
afianzó en la selección dándole 582 minutos de juego (
3er jugador de campo
con más minutos jugados),
con 7 titularidades en 8 partidos. Hizo debutar a
Wilman Modesta otorgándole responsabilidades de forma instantánea. Apostó
fuertemente por los hispano-dominicanos;
Bryan Jiménez, Yefri Reyes,
Eduin Muñoz, y Cristopher Reynoso, haciendo debutar a los tres
últimos. Además de eso alternó constantemente a
Ronny Beard (380) y a Jean
Carlos López
(383) en el mediocampo.

El principal
veterano que no volvió a ser convocado fue Kerbi Rodríguez (Rodríguez
tuvo más de 2500 minutos y más de 30 partidos con la selección entre 2006 y
2015
). El portero Wellington Agramonte tuvo un bajón en la LDF
que lo sacó de competencia. Edward Acevedo corrió la misma suerte, ya
que tenía que competir fuertemente contra otros por una posición al mismo
tiempo que las lesiones lo iban mermando. Geremy Lombardi quién era el Euro-Dominicano
estrella en 2015 también quedó en el olvido. Hubo otras salidas como la
retirada de Heinz Veloz a principio del ciclo que lo obligó a
experimentar en la zona defensiva. Esto desencadenó la vuelta de Cayetano
Bonnin
, y César García quienes no estuvieron en la primera mitad de
la etapa de Díaz, lo que redujo sus minutos en cancha notablemente en
comparación a etapas anteriores.  Muchos jóvenes
que debutaron en 2015 y que sumaron minutos ese año (Jeremy Tilley, Alfonso
Marte
, Eduard Núñez, Luis López, Luiyi Lugo, y Yossimar
Mojica
), tampoco formaron parte del ciclo de Díaz.

Durante su
etapa Díaz se fue por lo seguro y priorizó la mayoría de los minutos en
cancha para sus jugadores veteranos en la mayoría de sus partidos; Peralta (511),
Faña (696), Flores (583), Edipo (581), Hansley
(540), Lloyd (630), Darly (422), Díaz (430). Solo Modesta,
Salcedo, López y Jiménez acumularon minutos de manera
significativa y tenían menos de 23 años. El equipo dominicano logró tener una
buena eliminatoria para la Copa del Caribe logrando remontar resultados adversos
y ganar partidos apretados, pero en la ronda final Trinidad y Tobago y Martinica
le doblegaron. Antes de estos dos partidos, temas familiares alejaron a Díaz
de la selección, y hubo problemas entre los encargados federativos y los
jugadores que desestabilizaron notablemente al equipo. Esto dejó claro que no
había forma de llevar este barco a buen puerto en una tormenta eterna como la
que existía en la época del innombrable. 

Orlando
Capellino


El uruguayo
tuvo una gestión turbulenta que describí con anterioridad, pero eso no le
impidió dejar su huella en la transformación de la selección nacional. Llevó a
la tricolor y les otorgó grandes responsabilidades a jugadores como;
Luiyi
de Lucas
(central titular en todos los partidos competitivos con 360
minutos totales),
Carlos Heredia (jugó en todos los partidos
competitivos siendo titular en 3 con un total de 264 minutos), y
Edarlyn
Reyes
(jugó los 90 minutos en los 4 partidos que jugó). Otros como Cayetano
Bonnin
, Richard Dabas y Luis Espinal vieron reforzados sus posiciones
dentro de la selección;
Tano fue nombrado capitán y se erigió como el
líder de la zaga defensiva (titular insustituible con 540 minutos disputados),
 Dabas se afincó en el mediocampo,
siendo el segundo jugador de posición con más minutos disputados (631),
Espinal
(a quién el uruguayo había dirigido en Atlético Pantoja), tuvo 7 titularidades
y 433 minutos en el ciclo del
Capellino, luego de solo tener 2 y 152
minutos con
Díaz. Como era entrenador de la Sub20, hizo debutar a
varios jugadores de ese grupo (
Lavergne, Bueno, Japa, y Vásquez),
siendo
Vásquez el más beneficiado con 246 minutos. La gran temporada de Erick
Ozuna
de 2018 le ayudó a volver a la selección luego de más de 4 años de
ausencia (aunque solo fueron 139 minutos viniendo desde el banco).

Por otro lado,
el borrón y cuenta nueva de Capellino fue tan grande como aquel
macrociclo de trabajo en Boca Chica. El primer gran marginado fue Jonathan
Faña
, goleador histórico de la selección que había sido titular en todos
los partidos con Roberto Díaz (694 minutos), el mocano nunca volvió a
ser llamado a la selección. En la zona defensiva Hansley Martínez fue
descartado totalmente, y César García apenas jugó 14 minutos en los dos
partidos contra Nicaragua, y nunca volvió a ser convocado. Domingo
Peralta
no fue tomado en cuenta para ninguno de los 4 amistosos iniciales, pero
salió de la banca por 45 minutos para salvar los trastes contra Bonaire anotando
3 goles. Lamentablemente el maeño se lesionó luego de ese partido. Rafael
Flores
quién había sido titular en 7 de 8 partidos con Roberto Díaz,
vio su tiempo de juego disminuido drásticamente y solo jugó 31 minutos de 360
posibles en partidos competitivos. Bryan Jiménez fue borrado del mapa
completamente luego de acumular 272 minutos de juego en la etapa anterior. 

Con la entrada
de Capellino salieron varios elementos de la vieja guardia que venían
sumando minutos desde la época de Clemente Hernández, algunos por retiro
propio y otros por retiro inducido. Esto contribuyó a la redistribución del
orden jerárquico dentro de la selección y creó un fricción local/extranjero en
el camerino que no ayudó mucho a la causa. 
Algo que aún queda como vestigio de esa época es la apuesta por la
integración de material extranjero inédito directamente a la selección. Los
resultados de las políticas del uruguayo fueron promisorios al inicio pero
cuando los quisqueyanos se enfrentaron a selecciones que le exigieron un mínimo
quedaron a deber. El tristemente célebre “Bermudazo” representó el epitome
del ciclo de Capellino, desde la convocatoria inentendible, hasta el mediocre
planteamiento del juego, pasando por una alineación que al sol de hoy es
inexplicable.  

David González



En 2019 llegó
el español David González, quien tuvo que dirigir tanto la selección Sub23
como la mayor. Esto tendría una gran influencia en su elección de jugadores,
pues otorgó una gran participación en la selección mayor a los jóvenes de la U23.
De hecho 4 de los 8 jugadores que estuvieron en cancha más de 500 minutos
durante su mandato tenían menos de 23 años; Dorny Romero (543), Gerard
Lavergne
(612), Ronaldo Vásquez (612), y Jairo Bueno (630). Incluso
para algunos sub23 que no alcanzaron esas cantidades como Juan Ángeles
(115), y Rudolf González (196), los minutos aumentaron
significativamente con respecto al ciclo anterior.  Entre otros jugadores que se consolidaron podemos
mencionar a Fran Núñez con 257 minutos de 360 posibles, y Luis Díaz
que fue titular a tiempo completo en 5 de los 6 partidos competitivos del
ciclo.

González descartó a la pareja de centrales del anterior entrenador que era
De Luca-Bonnin para colocar a Jairo Bueno y recuperar a César
García
. También se olvidó completamente de Richard Dabas (ni
siquiera lo llamó a algún microciclo), y de Domingo Peralta. Por otro lado,
los minutos de los mediocampistas Wilman Modesta y Rafael Flores
disminuyeron notablemente (ambos fueron banca en los últimos cuatro partidos de
la Liga de Naciones). Carlos Heredia quién se perfilaba el año anterior como
la nueva esperanza de la selección solo jugaría 64 minutos en las dos ocasiones
que fue convocado. Emmy Peña de muy buena actuación en el ciclo
anterior, siendo titular los 90 minutos en todos los partidos competitivos con Capellino
(543 totales bajo su mando), solo jugó 107 minutos con una sola titularidad
en 4 convocatorias de González.

Los cambios de
González fueron una apuesta continua por talento más joven en detrimento
de los más experimentados o veteranos. De hecho, la disminución de tiempo de
juego de Modesta, Flores, y Dabas cambió radicalmente la
configuración del mediocampo de la selección, y por ende su forma de generar
juego. El resultado de este y otros experimentos en la línea central fue
fatídico, la selección se veía totalmente perdida en la cancha con falta de
ideas, intensidad e identidad, mientras los goles apenas llegaban. Los
dominicanos tuvieron una de las peores eficiencias ofensivas de toda la Liga
de Naciones
(Grupo B), apenas 5 goles con 84 disparos realizados y no
pudiendo anotar en los últimos tres partidos de la competencia.

Conclusión


Definitivamente
hubo cambios generacionales bastante drásticos en nuestra selección mayor, y
algunos relevos se hicieron de forma muy forzosa. Estos cambios en buena parte pasaron
por la inestabilidad en el banquillo, y las pocas luces de nuestros pasados directivos
federativos. Pues aunque cada entrenador ha llegado con una idea distinta,  sin contar que a veces se les impusieron directrices
desde la federación. La salida de jugadores experimentados fue dejando a la selección
paulatinamente sin referentes ni líderes, algo que estamos viendo y sufriendo hoy
en día. ¿Quién arenga al grupo cuando caen debajo en el marcador o están en
un mal momento dentro de la cancha?

Al parecer Jacques
Passy
tendrá en una tesitura similar a la de su antecesor de buscar una
selección más joven. Pero aún nada está definido, pues tiene dos listados diferentes
para los dos torneos de marzo (Preolímpico y Clasificatorio al Mundial), y
algunos problemas de logística por causa de la pandemia pueden hacer que el
listado de la mayor cambie. Cuando se cierre el ciclo de la Sub23 conoceremos
cuáles de los mismos pasarán a su lista de seleccionables para la mayor, aunque
ya en enero vimos un adelanto de lo que vendrá. Pero más que ver caras nuevas
portando la casaca tricolor, se quiere ver un buen juego de parte de los
quisqueyanos en la cancha, pues las actuaciones mediocres se han vuelto una
mala costumbre. El mexicano tiene 4 partidos para más allá de los resultados,
darnos razones para creer en su ciclo. ¿Podrá Passy pasar su cambio y por lo
menos pisar el cloche, para que el carro no siga sufriendo?

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