Los datos muestran que, no importa quién esté al frente del máximo organismo del fútbol dominicano, una vez concluida una competencia de alto nivel la inactividad será compañera fiel de la selección femenina de mayores.

Fotografía: Ronald Martinez/Getty Images
Para entrar en contexto y validar estas líneas con el presente de la mayoría de nuestras jugadoras que nos representan a día de hoy, desde que se cumplió con la edición inaugural de la Copa Oro Femenina 2024 habrán pasado 5 fechas FIFA sin agendarse ningún tipo de amistosos este mes de diciembre.
Anterior a esto y tras aquel teórico cese de Benny Rubido, desde el partido contra Jamaica en abril del 2022 con miras a las clasificatorias para la Copa Mundial Femenina FIFA 2023 pasaron también 4 fechas FIFA antes de resumir un doble encuentro amistoso vs Panamá bajo las órdenes del entonces nuevo entrenador Henry Parra en abril del 2023.

Cortesía: FEDOFUTBOL.do
Esto deja en evidencia que, independientemente de que estos directores técnicos trabajen con jugadoras entrenables, nuestras representantes deben transitar por una readaptación de proyectos y objetivos siempre a corto plazo, nunca de largos períodos. Además de entenderse que ha existido un pobre manejo en cuanto al compromiso con los cuerpos técnicos, ambos entrenadores guardan en común su participación en clasificatorios de primer nivel para torneos internacionales, cumpliendo calendarios de la región para luego experimentar un tramo muerto que no solo les juega en contra para su currículum deportivo sino también a la imagen de las cabezas que presiden el ente del fútbol local.
Es de dominio público que por años, tanto en África como en América, salvo los Estados Unidos, las selecciones femeninas enfrentaron problemas para mostrar y ejecutar su continuidad. Aunque no ha habido un cambio masivamente rotundo en el primer continente, en el segundo sí hubo un despegue relativamente positivo, sobre todo en Sudamérica, ya que las jugadoras se unieron para hacer campañas y obtener más oportunidades, apoyo y respaldo de parte de sus federaciones. Es decir, más allá de reclamar lo básico en protestas públicas, crearon hasta sindicatos buscando la mejora de sus participaciones en cualquier compromiso y en diferentes niveles. El activismo de las protagonistas da resultado, y con los cambios confirmados en la estructura del fútbol dominicano de selecciones y el anuncio reciente de la reactivación de la liga femenina local, hecha en esta ocasión directamente por parte de la LDF y no desde la FDF al finalizar la Copa Mundial Femenina Sub-17 2024, es hora de que las jugadoras den un paso adelante y se sienten en la mesa a exigir la igualdad y respeto que también merece su rama.

Fotografía: José Luis Torres (PuntoDO)
Ya sabiendo que hay un grupo ejecutivo que escucha, está alerta a las solicitudes virtuales y a la voz del fanático, ambos empujados por Manuel Estrella, es el momento ideal de apuntar a estos objetivos particulares y buscar la unión de todas las involucradas para encaminar el fútbol femenino en cada uno de sus renglones por el destino correcto, empezando por designar su cuerpo técnico.




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