El conjunto dominicano femenino participó en la Primera Ronda de las clasificatorias femeninas Sub-17 de CONCACAF 2025, consiguiendo en su primer encuentro una victoria contundente contra Granada (5-0) y sufrir una derrota ante su similar de Costa Rica (0-3) en su segundo partido, resultados que en el global no les valieron para pasar a la Fase Final del campeonato con miras a la Copa Mundial 2025.

El martes 28 de enero las quisqueyanas salieron a la cancha vs Granada con: Jaylene Rondón, Jabes Martínez, Megan Bautista, Paige Martínez, Yuleinis Brito, Angie Abreu, Emma Torres, Nataline Reyes, Emelie Asenjo, Sophia Espinal y Jessalyn Schwartz. 

El primer gol cayó al 16’ luego de un centro cruzado desde los pies de Jabes Martínez que no pudo controlar la portera rival y terminó en el fondo de la red, asistida por Angie Abreu. Paige Martínez se sumó a la pizarra dos minutos más tarde, no perdonó el error de la arquera de Granada al no retener nueva vez el balón en sus manos y empujar la pelota frente a la misma. El tercer gol fue encajado al minuto 22, con una gran técnica de golpeo por Emma Torres en una asistencia de Emelie Asenjo; cabe destacar que por su ejecución en la pegada y ubicación de la definición es, para mí, el más bonito de nuestras jugadoras en la Ronda Uno y candidato a gol de la fase. En un tiro de esquina enviado por Emma Torres, la capitana Yuleinis Brito le sirvió el balón dentro del área a Sophia Espinal quien tampoco perdonó de cara al arco y de primera sumó el cuarto gol al 25’. El último gol al 49’ fue logrado en un centro desde el carril derecho al punto penal por la atacante Sophia Espinal donde se encontraba Emma Torres lista para definir con suma tranquilidad. Este resultado fue un reflejo del trabajo constante en ataque, sobre todo durante la primera parte, de su casi absoluta posesión del balón y que, por ende, no demandó ninguna participación de peligro para Jaylene Rondón. 

El sábado 1 de febrero el entrenador Luis Lluberes no gestionó cambios en el onceno para enfrentar a Costa Rica, por lo que las titulares fueron las mismas: Jaylene Rondón, Jabes Martínez, Paige Martínez, Megan Bautista, Nataline Reyes, Emma Torres, Yuleinis Brito, Angie Abreu, Emelie Asenjo, Sophia Espinal y Jessalyn Schwartz.

Las ticas venían de golear a Granada (7-0) y, como se esperaba, fueron unas contrincantes que crearon más situaciones de gol, disparos al arco y tiros de esquina. Su parado muy organizado en la cancha no le permitió profundizar con facilidad a las quisqueyanas, descifrando cada una de sus intenciones en ataque y marcando diferencias en el uno contra uno. El primer gol cayó al 28’ en un centro cruzado que ganó en el cierre la delantera Nubia Medina y venció en la definición a Jaylene Rondón, quien venía resolviendo categóricamente como de costumbre. Fabiana Alfaro anotó el segundo en el minuto 58 después de conectar, sin marca fija, con un tiro libre enviado desde la banda izquierda. La banca criolla se movió enseguida al entrar Camila De La Carcova por Nataline Reyes, sin otra relevancia. Las últimas sustituciones se sumaron al 83’, Giocarla Durán y Paula Terrero por Sophia Espinal y Jassalyn Schwartz. Sobre el final, en un error defensivo local, Lucía Paniagua se encontró mano a mano con nuestra portera y selló la goleada para su conjunto. 

En sí ha sido una eliminación temprano amarga, ya que el objetivo de por lo menos llegar al último tramo del clasificatorio no parecía imposible por diferentes motivos, principalmente por el nivel y calidad de las jugadoras, además de la cohesión de gran parte del grupo a partir del segundo semestre del año pasado.

Sin embargo, a pesar de lo planteado en el terreno de juego por el último rival y que se notó superior en todos los sentidos, fue una oportunidad interesante para ver nuevos talentos pero más que nada para restaurar la confianza de jugadoras que fueron convocadas al Mundial Sub-17 y ahora pudieron competir y destacar en distintos apartados, tales como Emma Torres, Paige Martínez y Jabes Martínez.

De esta participación, lo más rescatable es tener la certeza de que hay una generación de mediocampistas “box-to-box” en este grupo que, eventualmente y cumpliendo los procesos habituales, debería brindarle mucha seguridad a la selección nacional absoluta en su respectivo momento.