Si cuando arrancó la primera edición de la LDF en marzo de 2015, a cualquier seguidor del futbol dominicano le hubiesen dicho que Moca F.C no sería capaz de ganar la Liga Dominicana de Fútbol durante los próximos 8 años, muy probablemente hubiera sido tachado de loco. Sin embargo, esta semana inició la novena versión de la competencia y el equipo aurinegro aún no ha conseguido siquiera llegar a una final de la misma, algo que han logrado prácticamente todos los equipos, siendo las excepciones dos que ya no están como Bauger F.C e Inter RD y Jarabacoa F.C que se integró en 2018. En vista de esto, hemos decidido analizar diferentes razones por las cuales la llamada capital del futbol ha acumulado esta sequía durante tantos años.

Continuidad de la plantilla

Desde la época de la Liga Mayor el cuadro aurinegro se ha caracterizado por tener el mejor material nativo de todo el país. No obstante, durante todos estos años de la LDF han sido incapaces de mantener un mismo grupo de jugadores que conformen la base del equipo, el cual se ha visto en un vaivén de cambios cada año, tanto a nivel de jugadores nativos como extranjeros. Jugadores como Jonathan Faña, Kelvin Duran, Richard Dabas, Ernesto Trinidad, Rhonald García y Victor Sánchez solo por citar algunos han salido y vuelto al equipo a lo largo de todos estos años sin poder estar más de una temporada en el equipo todos juntos. Lo mismo ha pasado con los pocos extranjeros que han dado la talla.

Once de Moca F.C de la temporada 2015.

Durante buena parte de la época profesional, en el equipo de mocano las decisiones de contrataciones eran tomadas a manera de comité. El problema es que esas decisiones consensuadas a veces venían torcidas por las diferencias personales y solapamientos de egos dentro de la institución, lo que nos lleva a otro punto.

Malas decisiones directivas

Cuando la cabeza no anda bien, las otras partes del cuerpo tampoco. Algo similar ha pasado dentro del equipo el cual se ha visto abrumado por malas decisiones durante tanto tiempo. Las malas contrataciones de entrenadores (recordemos al cocinero español), y la incapacidad de retener alguno por más de dos años consecutivos desde la salida de Ronald Batista, es un indicio de la inestabilidad del banquillo mocano por el cual han desfilado 8 entrenadores en las 8 temporadas que han participado. Tema aparte es el fichaje de jugadores extranjeros sin compromiso alguno con la institución, avanzada edad o con lesiones previas, lo que le ha pasado factura al equipo. Son muy pocos los foráneos que han rendido vistiendo la casaca del equipo.

Pero luego de que salen de aquí y se les da confianza los mismo entrenadores salen a camino. Ronald Batista minimizado por la directiva, tomó el equipo de Atlético Vega Real en 2018 y los clasificó a semifinales por primera vez, y dos años después llevó a O&M al campeonato. Edward Acevedo quién renunció, llegó a un Atlético Vega Real sin rumbo que logró colar en la final del 2021 y clasificar a su primera competencia internacional.

Ronald Batista fue campeón con O&M F.C en el 2020

La toma de decisiones entre los altos mandos ha sido uno de sus mayores problemas, ya que, en la mayoría de los casos siempre ha representado conflictivo entre directivos ponerse de acuerdo en cuanto a toma de decisiones se refiere. Muchas veces las pasiones propias de los fanáticos se apoderan de ellos.

Presión de la fanaticada

No es un misterio para nadie que la hinchada más dedicada a su equipo es la del Moca FC, la cual cada año llena estadios donde sea que juegue el cuadro aurinegro. Pero desde hace unos años la desesperación y el deseo del pueblo mocano por ver ganar a su equipo le han hecho más daño que bien a cada grupo de jugadores que llega a formar el plantel. Los comentarios y exigencias del jugador numero 12 tales como ‘’ Sino rindes te vas’’ desde antes de empezar la temporada o ‘’ No sientes la camiseta’’ cuando algo no está yendo bien, tiende a generar más daño que bien a cada jugador a nivel psicológico.

La fanaticada de Moca es la más fiel pero también la más exigente de la LDF.

Falta de trabajo a tiempo completo

La temporada de la LDF dura aproximadamente 6 a 7 meses en caso de llegar a las instancias finales del campeonato y eso es lo que dura concentrado el equipo mocano en toda la temporada agregando un mes de pretemporada. Es de suma importancia para conseguir un título el trabajo a tiempo completo y no solo durante la competencia como lo ha hecho el equipo durante todos estos años.

En conclusión, son muchas las variantes que no han permitido que un club con tanta mística futbolera siquiera haya podido llegar a una final, ni mucho menos conseguir un título en esta nueva era profesional del futbol dominicano. Lamentablemente sino se realizan los cambios adecuados a mediano y largo plazo, será bastante difícil conseguir un equipo competitivo y que pueda lograr el tan anhelado título. Porque Moca F.C corré el riesgo de quedarse siendo duro.

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